Con el cuidado adecuado, ya puedes cosechar las primeras calabazas a fines del verano. Explicamos cómo se hace esto aquí.
¿Cuándo está lista una calabaza para la cosecha?
La cosecha de las calabazas suele comenzar a fines del verano (finales de agosto) y dura hasta el otoño. Por supuesto, el momento de la cosecha siempre depende del momento de la siembra y del clima. Puede reconocer las calabazas maduras por su color (por ejemplo, naranja intenso) o por su estado de madurez, por ejemplo, piel dura, tallo duro y seco, etc. Simplemente toque la calabaza. Si la calabaza suena hueca o los golpes suenan sordos, entonces la calabaza está lista para ser cosechada. Tan pronto como cae la primera helada sobre las calabazas, ya no se recomienda cosechar la fruta. Además, las calabazas ornamentales solo se pueden usar con fines decorativos, no son comestibles como alimento.
Cosechar la calabaza: así es como se hace
Al cosechar, siempre debe quedar un pequeño tallo en la calabaza, lo que hace que dure más. Así que nunca rompas el tallo. De lo contrario, puede suceder que las calabazas comiencen a pudrirse muy rápidamente. Lo mejor es cortar siempre las calabazas con un cuchillo afilado o unas tijeras de podar afiladas. Debes dejar flores secas en la calabaza. Si cosecha las calabazas temprano porque hace demasiado frío o está demasiado húmedo afuera, debe dejar que las calabazas maduren en un lugar cálido.
Almacene las calabazas correctamente
Las calabazas, por ejemplo, se pueden almacenar fácilmente en un sótano seco hasta la primavera. Orange Knirps o spaghetti han demostrado ser calabazas de almacenamiento ideales. Si desea evitar moretones que pueden comenzar a pudrirse rápidamente, debe almacenar las calabazas en espuma de poliestireno. Lo mejor es guardar las calabazas entre 15 y 20 grados. Guarde siempre las calabazas a temperatura y humedad constantes.